Hay una emoción básica que se juega en este tipo de trastornos: la tristeza. Esta emoción está presentes en todos, pero en la actualidad la posibilidad de padecer depresión en algún momento de la vida es del 20 %, dicho de otra forma de cada cinco personas que nacen una padecerá depresión al menos una vez en la vida.
Pensamos que hay una interrelación muy grande entre los pensamientos y los estados de ánimo. En el caso de la depresión observamos un predominio de pensamientos básicos de este tipo: “a mí me gusta hacer las cosas siempre bien”; “si alguien valioso para mí no me quiere es que yo no valgo nada”, “soy débil”
Nuestros modelos del mundo y de las demás personas, gobiernan nuestras expectativas y nuestras percepciones que una vez aplicadas, son difíciles de cambiar
El dispositivo que se pone en marcha para la depresión apunta a trabajar sobre la autoestima y el pesimismo; Ocuparse sobre la soledad y la inactividad promoviendo proponer reemplazar la inactividad estableciendo una agenda y planificando tareas
