Vemos la ansiedad como algo sano y positivo que nos ayuda en la vida cotidiana, siempre que sea una reacción ante determinadas situaciones en las cuales tenemos que responder frente a una amenaza, es por eso que al hablar de trastornos de ansiedad nos referimos exclusivamente a aquellas situaciones en la que se reacciona frente a una situación que no conlleva una amenaza a la supervivencia
Desde nuestra perspectiva observamos que las personas que padecen un trastorno de ansiedad creen estar expuestos a una amenaza física o social aunque la amenaza no sea real. La amenaza puede estar o no pero es irrelevante para que la respuesta de ansiedad se produzca, lo que destacamos como fundamental es que ciertas situaciones sean interpretadas como amenazas con lo cual cualquier persona que interprete que está frente a una amenaza experimentará la respuesta de ansiedad (aunque la amenaza no esté presente)
Todos y cada uno de nosotros experimentamos la ansiedad (esto nos permite sobrevivir) pero solo aquellos que sobreestimen la posibilidad de que la amenaza se materialice desarrollarán un trastorno de ansiedad.
Es nuestra visión considerar en constante interacción lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos.
