En este caso el dispositivo se aplica exclusivamente en niños de más de 5 años que presenten emisión repetida de orina en la cama o vestidos en forma involuntaria.
En la actualidad no hay una sola causa o una sola explicación. En nuestro dispositivo vemos a la enuresis en sus tres dimensiones más significativas: como trastorno biológico, como padecimiento psicológico y como desajuste social.
En cuanto a lo biológico el primer paso es un diagnóstico diferencial con enfermedades por ejemplo diabetes, espina bífida o trastornos convulsivos.
Por el lado psicológico y desde una perspectiva conductual vemos a la enuresis como una caso de alteración del aprendizaje y el tratamiento en si mismo apunta a conseguir el aprendizaje del control de esfínteres.
En cuanto a lo social se requiere fundamentalmente el apoyo y acompañamiento de los padres durante el tratamiento, buscando lo positivo de los elogios de los demás y trabajar en grupos de niños apunta a que los niños conozcan la universalidad de la enuresis, sabiendo que no son los únicos que la padecen, esto permite alejarlos de la vergüenza y el secreto que la enuresis genera y que con el paso del tiempo genera frustración en niveles muy altos. .
